UNA ESCUELA SUSTENTABLE
Mar Chiquita, Provincia de Buenos Aires, Argentina
EXPERIENCIA BISAGRA CON LA COMUNIDAD
Ubicación: Mar Chiquita, Buenos Aires, Argentina
Año de construcción: 2018
El proyecto nació en 2017 con un mayor apoyo desde el sector privado. Gracias a la ayuda de Unilever, DirecTV, Disney y diferentes empresas locales, emprendimos el camino de la construcción de nuestra segunda Escuela Sustentable.
Después de un proceso de selección y a partir del contacto con Amartya, llegamos a Mar Chiquita, donde esta organización ya contaba con un plan junto al municipio y uno de sus objetivos era llevar la educación ambiental a las diferentes escuelas del lugar. “La escuela sustentable es el faro inspirador para las demás del partido”, expresaron desde la ONG que acompaña al proyecto desde su primer día.
Para la primera parte de la construcción y el curso contamos con Reynolds y su equipo, pero las terminaciones estuvieron a cargo de un taller en conjunto con NAVE, una constructora argentina referente local de Earthship. Contamos con 100 estudiantes que viajaron de 22 países, y más de 500 voluntarios y colaboradores locales. Junto con ellos construimos 315 m2 e intervinimos 2.000 m2 del entorno en tan solo 45 días.
LA ESCUELA EN NÚMEROS
posteriormente
litros
almacenamiento
de agua
energía por hora
PROTAGONISTAS
PRINCIPIOS DE SUTENTABILIDAD
Hábitat
Al igual que el edificio de Uruguay está diseñado según principios de arquitectura bioclimática y un acondicionamiento térmico pasivo. Tiene la capacidad de regular su temperatura interior mediante sistemas de ventilación y calefacción natural.
Además, se consideraron otros factores como la orientación del edificio, el movimiento del sol y materiales con inercia térmica y aislación térmica. Se calefacciona y refrigera aprovechando los procesos de la naturaleza, manteniéndose entre los 18° y 25°C todo el año.
Aguas
La Escuela recupera agua de lluvias con una capacidad de almacenamiento de 30mil litros en 10 tanques de 3.000 litros. Éstas son filtradas para obtener agua potable y fresca. Se utilizan 4 veces antes de ser devueltas a la tierra. El primer uso es para los lavamanos y para consumo. El segundo, para riego de celdas botánicas interiores con plantas hortalizas que forman parte del huerto escolar. Luego de ser tratadas las aguas grises del lavamanos, el tercer uso es para los depósitos de inodoros. Esas aguas negras se tratan en una cámara séptica junto con celdas botánicas exteriores con plantas fitodepuradoras y devolviéndola al terreno a través de lechos nitrificantes.
Energías renovables
La energía de la Escuela proviene del sol, cuenta con 18 paneles fotovoltaicos de 220 Watts. Una vez generada, entra a la escuela al módulo organizador de energía (MOE) donde se transforma, almacena y distribuye para ser utilizada.
Posee un inversor que administra y guarda energía en un banco de baterías, que permite hacer uno de esta en días nublados o de lluvia con una autonomía de hasta 4 días.
Residuos
Para construir la escuela se reutilizaron 2.200 neumáticos, 14.000 latas de aluminio, 4.000 botellas de vidrio, 2.000 botellas de plástico, 2.200 m2 de cartón. En total se utilizan alrededor de 30 toneladas de residuos, algo así como el peso de ¡500 adultos!
Las paredes sur, este y oeste de la escuela están hechas con neumáticos utilizados a modo de ladrillos, rellenos de tierra y piedras que son luego compactados. Cada uno de estos “ladrillos” pesa aproximadamente 130 kilos.
Alimentos y Biodiversidad
La Escuela cuenta con un huerto escolar distribuido en celdas botánicas y canteros interiores y exteriores. Se pueden encontrar plantas hortalizas, medicinales, aromáticas y árboles frutales.